La iglesia de Patraix dependía de la iglesia de los Santos Juanes, en Valencia, y la advocación inicial fue la de San Nicolás de Bari. De hecho, todavía hoy, en el muro recayendo a la calle de Dibujante Manuel Gago, antigua puerta principal de acceso, encontramos una imagen del primer titular, el cual fue sustituido a partir de la anexión por el Sagrado Corazón de Jesús, puesto que existía otra iglesia dedicada a San Nicolás en el municipio de Valencia.
El principal condicionante constructivo de la iglesia parroquial de Patraix siempre ha sido la estrechez de la parcela en que se encuentra, puesto que el edificio fue construido aprovechando las caballerizas del palacio del Señor. Esto ha condicionado totalmente tanto su distribución como la situación, en sus adentros, de los distintos motivos escultóricos y pictóricos. Tal estrechez impide, como es natural, la apertura de capillas laterales, a diferencia del que ocurre en otras iglesias, así como la habilitación de un deambulatorio alrededor de la nave principal.
Esta nave da paso, a través de un arco rebajado, a un aposento más pequeño situado al lado del altar, la capilla de la Comunión. Esta capilla, que inicialmente se encontraba a la izquierda de la entrada del templo, fue trasladada después a este espacio que inicialmente fue, quizás, un pequeño crucero perpendicular a la nave central y después, al pasar a capilla, cambió su eje según el de la nave principal.
Dentro de esta capilla destacan el altar principal, con retablo de escayola, y el secundario, dedicado a la Virgen María de los Desamparados, con talla de Gaspar Pérez. Completa la capilla una imagen de la Purísima de Jaume Mulet.
La nave principal es rectangular, está formada por seis tramos y la cubre una larga vuelta de cañón con lunetos aguantada por pilastras corintias decoradas con placas poligonales de mármol. Dentro de ella, los principales tesoros son el gran retablo del presbiterio, obra de Ponsoda, la cruz procesional de plata, datada el 1942, y la imagen de la Virgen yacente, recientemente trasladada del altar a los pies del templo. Destaca también la imagen de Cristo en la Cruz que podemos encontrar en el atrio, de autor desconocido.